Los científicos determinan qué nos hace progresistas o conservadores
Nuestra filiación con un partido político u otro se debe a la forma que hemos evolucionado genéticamente. Es la conclusión a la que ha llegado el prestigioso biólogo y ganador del premio Pulitzer E.O. Wilson y que ahora publica en The Social Conquest Of Earth (Liveright), que desvela que en nuestra vida existen dos importantes fuerzas en conflicto que determinan nuestra orientación política, dependiendo de a cuál demos más importancia. Por un lado, la que nos hace buscar el beneficio individual. Y por otro, la que nos lleva a perseguir el interés común. Wilson se une así a una larga serie de estudios que han defendido que nuestra orientación política está determinada por lo biológico.
En esta relación que mantenemos con nuestro entorno existen dos grandes tendencias en permanente conflicto, y que influye en nuestra vida en un mayor o menor grado. Por un lado, la que nos lleva a poner nuestro interés personal en primer plano, persiguiendo que sea nuestra herencia genética individual la que predomine. Por otra parte, la que persigue que lo que prevalezca sea el interés de la comunidad. En ese caso, la competición por la primacía de lo genético se realizaría entre grupos, no dentro de un mismo grupo. Las comunidades que se impongan sobre las demás serán las que transmitan su impronta genética a la siguiente. Se trata de una concepción que, tal como señala este investigador, hace unos años era tabú, pero que ahora ha vuelto a ser reivindicada en las discusiones evolucionistas. Dependiendo de cuál de las dos fuerzas predomine, señala Wilson, nuestro genoma estará configurado de una forma u otra.
lecter (C&P)
3 comentarios:
en realidad todo tiene que ver con la alimentación, no le demos más vueltas, el que de pequeño come muchos yogures con sabores sale con los ojos azules y conservador y el que desayuna pan con ajo va al escalafón inferior de la cadena alimenticia, uy, perdón, quería decir de la escala social.
Lecter, no encuentro tu mail, que quería enviarte algo, pónmelo en algún lado
salud
Sí, maníasmías, básicamente eso es.
Aunque me gustó el artículo, porque me recordó la película de Woody Allen "Todos dicen I Love You", en la que el hijo de la pareja demócrata les salió republicano. Al final todo era culpa de un coágulo cerebral, que reducia el aporte sanguineo al cerebro, que al ser extirpado, acabó con el problema.
Puedes escribir a mundinatura@gmail.es
Abrazos cerebrales
PERDON PERDON
mundinatura@gmail.com !!!!!
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