lunes, 18 de junio de 2012

Las elecciones griegas


Arquitecto: Hola Neo

Neo: Quien es usted

Arquitecto: Yo soy el arquitecto. Soy el creador de Matrix. Te estaba esperando. Tienes muchas preguntas, y aunque el proceso ha alterado tu conciencia sigues siendo indefectiblemente humano ergo habrá respuestas que comprendas y habrá otras que no. De igual modo aunque tu primera pregunta tal vez sea la más pertinente es posible que seas consciente de que también es la más irrelevante.

Neo: ¿Por qué estoy aquí?

Arquitecto: Tu vida sólo es la sombra del resto de una ecuación no balanceada connatural a la programación de Matrix, eres el producto eventual de una anomalía que a pesar de mis denodados esfuerzos no he sido capaz de suprimir de esta armonía de precisión matemática. Aunque sigues siendo una incomodidad que evito con frecuencia, es previsible, y no escapa a unas medidas de control que te han conducido inexorablemente hasta aquí.

Neo: No ha respondido a mi pregunta

Arquitecto: Muy cierto. Interesante. Eres más rápido que los otros.

Arquitecto: Matrix es más antiguo de lo que crees. Yo prefiero datarlo desde que aparece una anomalía integral hasta que surge la siguiente en cuyo caso ésta seria la sexta versión.

Neo: Sólo hay 2 explicaciones: O nadie me lo dijo... O es que nadie lo sabe.

Arquitecto: Exacto. Como sin duda estarás deduciendo la anomalía es sistémica y por eso crea fluctuaciones hasta en las ecuaciones más simplistas.

Neo: Elección, ¡el problema es la elección!

Arquitecto: Hay 2 puertas, la de la derecha te lleva a la fuente y a la salvación de Zion. La de la izquierda te lleva a Matrix, a Trinity, y a la extinción de tu especie. Como bien has dicho, el problema es la elección. Pero ambos ya sabemos que vas a hacer, ¿verdad? Puedo notar ese proceso en cadena, esas reacciones químicas que provocan la aparición de una emoción diseñada específicamente para escapar a toda lógica. Una emoción que ya te está impidiendo ver la verdad más obvia y sencilla. Esa chica va a morir y tu no podrás hacer nada para impedirlo.


Arquitecto: Ja. La esperanza, la esencia del engaño humano que es al tiempo la fuente de vuestro mayor poder y de vuestra mayor debilidad.


Neo: Yo que usted esperaría no volver a vernos 

Arquitecto: Y así será.
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Lctr.

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