jueves, 22 de marzo de 2012

el gran Casimiro es un fantasma

Casimiro García Abadillo es uno de esos periodistas que se creen tocados por la mano de dios, de los que se tienen en muy alta estima. Él se cree Dustin Hoffman o Robert Redford en aquella película. Todo porque publicaron en su periódico la investigación que destapó el GAL, un éxito periodístico sin duda, que fue la puntilla para un gobierno al que le salían agujeros por todas partes. Pedro J con sus tirantes y Casimiro y Melchor Miralles como Mortadelo y Filemón por otro, querían dar esa imagen de periodistas americanos a lo Watergate y no dejaban de ensalzar su proeza siempre que podían en las páginas de su propio periódico.
Y fíjate que hay historias alrededor de ese logro periodístico. Una de las que más se comentan es que en realidad ellos tan sólo fueron transcriptores de un trabajo que realizaron otros periodistas que quedaron en la sombra, como Alvaro Baeza. Es decir, que ellos se llevaron la fama, pero hubo otros que cardaron la lana. Y la verdad es que desde que me contaron esta historia siempre que veo a estos dos me da un tufillo de desconfianza que no puedo evitar.
Hoy sale en El País una información que me deja de piedra.

Testigos del 11-M acusan a ‘El Mundo’ de presionarles para exculpar a Zougam

http://politica.elpais.com/politica/2012/03/21/actualidad/1332366527_749675.html
Destaco aquí un fragmento de dicho artículo:

 En los documentos manuscritos aportados, una de las dos testigos explica cómo le invitaron a ver las instalaciones de El Mundo, le regalaron camisetas del Real Madrid para sus hijos y le ofrecieron ayudarle a cambiar a un trabajo mejor y también un empleo para su hija cuando acabase los estudios, a cambio de que se retractase de su testimonio en el que afirmó que vio a Zougam en uno de los trenes. En ese relato se señala en un castellano imperfecto que los periodistas de El Mundo están seguros de que ella ha sido "testigo ocular de uno de los terroristas" y le insinuaban que ella "podía haber declarado en falso". "Empezaron a preguntar una y otra vez", señala en uno de los folios, “presionándome más con preguntas, cómo sí me había presionado la policía para declarar contra el terrorista o si cuando fui a la Casa de Campo (a declarar en el juicio) quién me llevó y de que el juez Bermúdez si había establecido una conversación conmigo y me hubiera impuesto decir todo aquello que yo tenía que declarar injuria tras injuria y un bulto de mentiras y acusaciones en falso hacia mi persona”. La sesión acabó, según el relato, cuando ella rompió a llorar y se levantó. (…) “En diciembre sale el periódico con la bola de mentiras y todas las acusaciones a mi persona”.

Poco tiempo después, según el documento, le llamó Joachim y le dijo que lo del piso “ya está arreglado. Ha hablado Casimiro [previsiblemente Casimiro García Abadillo, vicedirector de El Mundo] con el director de Barcelona [la hipoteca de la testigo es con una caja catalana] y no voy a quedar morosa, pero esto es un arreglo entre ellos que es ilegal y no puede dar nada por escrito, pero si ha prometido va a cumplir si no Casimiro le puede hacer mucho daño con el periódico”.


Resulta que el ínclito Casimiro ha resultado ser un poco fantasmilla
jm

3 comentarios:

Lecter dijo...

For heaven's sake !!

By the nails of christ !!

Anónimo dijo...

Para mí que se cree Richard Gere

Rg

bostezando deivit dijo...

Mañana me lo le o que estoy medio chispao