.
No es que sea yo un gran amante de las coñacs y/o los brandys. Suelo utilizarlos siempre que estoy acatarrado mezclados con leche, o incluso quemados con higos secos.
Como quiera que ahora me hallo con un buen trancazo, debido a esta primavera de Dios, buscando por la casa he encontrado una botellita como esta.
He diluido el producto en leche caliente y en seguida he notado la mejoría. Tanto es así que no he podido dejar la ocasión de meterme un segundo lingotazo, esta vez por supuesto a solas, sin néctar de ubre alguna que desvirtuara su sabor.
Con el tercer lingotazo en mis manos escribo estas palabras y, con lágrimas en los ojos, y embargado por la emoción, exclamo desde lo más profundo de mi ser, con voz fuerte y sincera...
¡¡VIVA FRANCIAAAA!!
Lctr.
2 comentarios:
Los mejores remedios siempre son los que se beben. Los brebajes, quicir. Me descojono.
Rg
Je, je, je.
Para las diarreas hay uno que es cerveza con ginebra. Para mi que esta medicina taberno-tradicional causa una amnesia al cuerpo humano, olvidándose, este, de los males.
Que te mejores compañero.
Publicar un comentario