sábado, 20 de septiembre de 2008

La luz que impide ver

Antiguamente, mil, dos mil, tres mil años atrás, cuando no había demasiadas cosas que hacer ni existía atisbo de estrés o ansiedad en la vida rutinaria, el espectáculo diario debía ser ver el cielo por la noche, principalmente porque por aquél entonces el cielo se veía, y eso, sin duda, es un hecho grandioso. Y tanto es así que se lo tenían muy currado, de tanto observarlo.

Ahora, y dado que la población se concentra en grandes urbes, ya no tenemos ni puta idea de lo que es el cielo por la noche. Antes se miraba el cielo desde la Tierra y ahora miramos la Tierra desde el cielo.

Y así se ve por la noche.


Pínchese en la foto para más detalle.


La contaminación lumínica. No queda mal, visto desde arriba. En España ya sólo quedan tres zonas libres de contaminación lumínica. El hongo luminoso que genera Madrid es visible desde mucho más de 100 Km de distancia.

Sin embargo alguna vez hemos tenido la oportunidad de observar la Vía Láctea, seguramente cuando éramos jovencillos. Eso sí que es grandioso y nos hace pequeños.

He encontrado un par de secuencias de fotos del firmamento. Cada exposición es de 30 segundos y la secuencia abarca un intervalo de 2 horas, según cuenta el autor. Pinchando en estas fotos que pongo podréis observarlo.






Impresionante, ¿verdad? Alucinante. La Vía Láctea.

Es cierto que sólo con una cámara y con exposiciones largas se consiguen estas imágenes que a simple vista nunca son así, pero a medio camino entre la miseria que vemos ahora y lo que se puede llegar a ver nos perdemos mucho, especialmente lo que de observar el cielo nos puede dar que pensar. Pero bueno, siempre hay cosas que hacer por las noches...


Carlos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Flipante Carlos.
¿Cuantas culturas no habrán basado sus creencias en el cielo y las estrellas?.
Seguro que muchas.
Y ahora nosotros nos miramos desde fuera.
Y así nos va...

Anónimo dijo...

Por la amistad que nos une...
Básicamente en una cosa.
Por la amistad que nos une...
Querido hermano Carnlo.
Sí.
(Para todos aquellos estudiantes que fuimos, del asombro.)

Besos y abrazos muy apretados.

Anónimo dijo...

Y nos acordamos del Willy.
Y del robert redfod.
Y de Jesus, El Cabuto.
Y del niño de los tres penes.

Y del Ipala.
Y de tantos.

Todos perdidos en un trozo de Via lactea.


Fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Joder, el Ipala y el niño de los tres penes... me descojono.
Ayer mismo estuve con el Willy.

Somos los restos del big bang.

Todo sea por España.

Ese abrazo español de pura cepa.

Carlos.