martes, 2 de septiembre de 2008

Grandes estrellas.

(Artículos de Nico Rey cortapegados por Lectr.)


CAMPOS...


2 de septiembre de 2008.- 02/09/08. Se abre el telón y aparecen, en riguroso orden de aparición estelar: María Teresa Campos & friends. Hablan, hablan, blablablá, blublublú, peroran todos ellos sin parar demostrándonos que se lo saben todo y mantienen opiniones de lo más partidistas.
Más de lo mismo, pero con las novedades de siempre. Arranca con ZP, esta Campos, sabedora de que da dos veces quien golpea primero. Nueve y cinco de la mañana del día uno de septiembre y el Presidente de la Cosa abre curso político en 'La mirada celulítica'. Baboseo y complacencia postvacacional. Ahí es nada. ¿Para qué vamos a andar de mal rollo? Cambia de gafas la Campos para adular a ZP e inventa la 'autoentrevista' guiada. Se acabó el periodismo chaquetero. Se impone el entrevistador 'gafatero', aquel que, entre dioptrías, cambia de gafas en función de su entrevistado. Atiende uno al mensaje de su majestad ZP con cierta inquietud en el cuerpo. ZP y la Campos fundidos en planos imposibles. Qué tensión. Nuevo cambio de gafas. La Campos está que lo tira. Eso sí, para lo que hay qué ver. ¿Quién coño patrocina esta interviú tan cansina, Ray-Ban o aquel Angelino de infausto recuerdo? Se espera uno que en cualquier momento aparezcan, de repente, Rociíto y El Conde Lequio y reconduzcan la entrevista hasta los estercoleros de una tertulia de gallinero y noria.
Coge la Campos la mirada crítica y la reconvierte en la mirada marujil y celulítica. 'That`s all, folks!' Esto es España y vale todo aquí con tal de que los listillos sigan engordando sus cuentas nada corrientes. Y el pobre Vicente Vallés, a hacer pasillos en la trastienda de Maese Vasile, por poseer criterio y carecer de amiguetes en el selecto clan de la fanfarria.

Alfredo Urdaci. (Foto: Javi Martínez).
¿De verdad son estos los líderes de opinión de este país? Los coleguis de 'La señora'. Veamos: Alfredo Urdaci, el pequeño fascistilla reconvertido en monologuista malo de 'El club de la comedia'; María Antonia Iglesias, el rottweiler al servicio del PSOE más carcunda; Isabel San Sebastián, esa vocera del PP que se levanta 'superindignada' cuando las cosas pintan mal; y Fernando Garea, el chaquetero al que ya sólo falta recalar en 'La Razón'.
¿Quiénes son? ¿Dónde estamos? Parece 'La noria', ¿verdad? Pero no lo es. Ahí va una pista: blanco. Blanco, blanco. Blanca y radiante va la 'show woman' María Teresa. Vestido blanco. Gafazas blancas. De blanco va a su vez Isabel. Blanco 'micolor'. El blanco se impone esta temporada entre tanto 'teleamarillismo' de pandereta y karaoke.
Bob Woodward cañí, despapelada y desinformante se presenta esta Campos remozada ante una audiencia dispuesta a tragárselo todo. A la caza de 'watergates' faranduleros. Señora de Trévelez peripatética e inmaculada, reina absoluta del periodismo español. El Requeteviejo Nuevo Periodismo regresa a nuestras pantallas embutido en una faja maxi extra grande.
Por cierto, hablando de norias. Butanito resurrecto, el pasado sábado, en 'La (baboseante) noria', preguntaba a la Campos si sería ella la que acabaría, por fin, con la telemierda en Telecinco. "Yo me lo he encontrado todo muy limpito", dijo la doña, y se quedó tan ancha. ¡Olé!





LLÀCER...



15 de julio de 2008.- Empezó a hablar muy tarde, a los tres años y medio, según confiesa en plan chascarrillo en una chispeante interviú televisiva. Pero cuando lo hizo, no paró. Es más, toda esa verborrea incesante ha llevado a este espídico fulano a cubrir, para desgracia de quienes sólo buscan relajarse frente a la tele, el hueco en la caja tonta que corresponde al graciosete sin puta gracia que se cuela de rondón en toda fiesta que se precie. Por muchas menos idioteces al minuto he visto yo morir empalados a seis cuñados en reuniones familiares.
Ángel Llácer, ahí es nada. Plumífero payaso, 'showman' para viajes de finde del Imserso, corrupto jurado ocasional de concursos de karaoke, cuentachistes no apto para los enfermos con síndrome de colon irritable y profesor de arte 'melodramático' licenciado 'cum laude' en el Institut del Teatre de la Diputació de Barcelona ('¡la rehosti, nen!'). En definitiva, un maestrillo sin librillo, sin vergüenza y sin complejos, pero con tendencias 'milikitosas', que hacen de él uno de los más odiosos personajes que, a día de hoy, pululan por la televisión española.
Del histrionismo televisivo elevado a la categoría de gilipollez sabe lo suyo este Ángel de carita angelical e hipocresía por toneladas dentro del armario. No obstante, el tipo tonto, lo que se dice tonto del todo, no es. Confiesa, de hecho, que nunca ve la tele. Cosa que comprende cualquiera que lo haya sufrido. Si viese la tele, aunque sólo fuese para seguir sus contribuciones a ella, terminaría por exiliarse a la nación más remota del extranjero. Os digo muy en serio que no odiaba yo tanto a nadie desde los tiempos de la infecta Angela Channing. Ángel Llácer es la nueva y bajita Angela Channing de ese 'Falcon Crest' desafinado que es la academia de 'OT', factoría musical para fracasados. Matriarca con gafas que protege a los Niños y Niñas Cantores del Cante. Por cierto, ¿cuándo dejarán de copar las 'triunfitas' portadas en el 'Interviú'? ¿Cuándo Chipper se anime a mostrar su micro al mundo?
Imagen para recordar de la más olvidable edición de 'OT' de todas las que hasta el momento han sido: Ángel Llácer poniendo caritas de pompa fúnebre y circunstancia para pegarse a la estela del carro morboso del chungo Risto Mejide. ¡Oigh, Ángel, tron!, ¡tú y tu mecanismo enfrentados a la Bestia! Imagen para borrar del disco duro audiovisual de esta temporada televisiva que acaba: Ángel Llácer haciéndose el machote junto con los Morancos y ante una jamona estríper en ese ininteligible programa que lleva por título 'Tú sí que vales'.
Lo dicho. Que no aguanto a este palomo cantarín de acento exagerada e insufriblemente catalanizado. Pero, sin embargo, entiendo que pueda tener su público, y sus fans, pues del todo inescrutables son los efectos secundarios que produce la televisión. Llácer tiene fans. Como también acérrimos fans tuvieron en su día Bigote Arrocet, Alejandro Amenábar y Mario Vargas Llosa. Y Pol Pot, y Tito, y Franco, y hasta el entrañable abuelito senil de 'Médico de familia'. Fans tienen ya, en cantidades industriales, Virginia, Manu, Pablo, Chipper y el resto de loritos 'revientasones y estribillos' que componen lo mejor de la peor edición de 'OT' que se ha dado. Risto también tiene fans. Y Sarkozy. Y Bimba Bosé. Y...

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