sábado, 25 de febrero de 2017

Querida España


Rinconada en costanilla y una iglesia barroca por fondo. Sobre las campanas negras, la luna clara. DON LATINO y MAX ESTRELLA filosofan sentados en el quicio de una puerta. A lo largo de su coloquio, se torna lívido el cielo. En el alero de la iglesia pían algunos pájaros. Remotos albores de amanecida. Ya se han ido los serenos, pero aún están las puertas cerradas. Despiertan las porteras.

MAX: ¿Debe estar amaneciendo?

DON LATINO: Así es.

MAX: ¡Y que frío!

DON LATINO: Vamos a dar unos pasos.

MAX: Ayúdame, que no puedo levantarme. ¡Estoy aterido!

DON LATINO: ¡Mira que haber empeñado la capa!

MAX: Préstame tu carrik, Latino.

DON LATINO: ¡Max, eres fantástico!

MAX: Ayúdame a ponerme en pie.

DON LATINO: ¡Arriba, carcunda!

MAX: ¡No me tengo!

DON LATINO: ¡Qué tuno eres!

MAX: ¡Idiota!

DON LATINO: ¡La verdad es que tienes una fisonomía algo rara!

MAX: ¡Don Latino de Hispalis, grotesco personaje, te inmortalizaré en una novela!

DON LATINO: Una tragedia, Max.

MAX: La tragedia nuestra no es tragedia.

DON LATINO: ¡Pues algo será!

MAX: El Esperpento.

DON LATINO: No tuerzas la boca, Max.

MAX: ¡Me estoy helando!

DON LATINO: Levántate. Vamos a caminar.

MAX: No puedo.

DON LATINO: Deja esa farsa. Vamos a caminar.

MAX: Échame el aliento. ¿Adónde te has ído, Latino?

DON LATINO: Estoy a tu lado.

MAX: Como te has convertido en buey, no podía reconocerte. Échame el aliento, ilustre buey del pesebre belenita. ¡Muge, Latino! Tú eres el cabestro, y si muges vendrá el Buey Apis. Lo torearemos.

DON LATINO: Me estás asustando. Debías dejar esa broma.

MAX: Los ultraístas son unos farsantes. El esperpentismo lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del Gato.

DON LATINO: ¡Estás completamente curda!

MAX: Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.

DON LATINO: ¡Miau! ¡Te estás contagiando!

MAX: España es una deformación grotesca de la civilización europea.

DON LATINO: ¡Pudiera! Yo me inhibo.

MAX: Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.

DON LATINO: Conforme. Pero a mí me divierte mirarme en los espejos de la calle del Gato.

MAX: Y a mí. La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta, Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.

DON LATINO: ¿Y dónde está el espejo?

MAX: En el fondo del vaso.

DON LATINO: ¡Eres genial! ¡Me quito el cráneo!

MAX: Latino, deformemos la expresión en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de España.

DON LATINO: Nos mudaremos al callejón del Gato.

MAX: Vamos a ver qué palacio está desalquilado. Arrímame a la pared. ¡Sacúdeme!

DON LATINO: No tuerzas la boca.

MAX: Es nervioso. ¡Ni me entero!

DON LATINO: ¡Te traes una guasa!

MAX: Préstame tu carrik.

DON LATINO: ¡Mira cómo me he quedado de un aire!

MAX: No me siento las manos y me duelen las uñas. ¡Estoy muy malo!

DON LATINO: Quieres conmoverme, para luego tomarme la coleta.

MAX: Idiota, llévame a la puerta de mi casa y déjame morir en paz.

DON LATINO: La verdad sea dicha, no madrugan en nuestro barrio.

MAX: Llama.

DON LATINO DE HISPALIS, volviéndose de espaldas, comienza a cocear en la puerta. El eco de los golpes tolondrea por el ámbito lívido de la costanilla, y como en respuesta a una provocación, el reloj de la iglesia da cinco campanadas bajo el gallo de la veleta.

MAX: ¡Latino!

DON LATINO: ¿Qué antojas? ¡Deja la mueca!

MAX: ¡Si Collet estuviese despierta!... Ponme en pie para darle una voz.

DON LATINO: No llega tu voz a ese quinto cielo.

MAX: ¡Collet! ¡Me estoy aburriendo!

DON LATINO: No olvides al compañero.

MAX: Latino, me parece que recobro la vista. ¿Pero cómo hemos venido a este entierro? ¡Esa apoteosis es de París! ¡Estamos en el entierro de Víctor Hugo! ¿Oye, Latino, pero cómo vamos nosotros presidiendo?

DON LATINO: No te alucines, Max.

MAX: Es incomprensible cómo veo.

DON LATINO: Ya sabes que has tenido esa misma ilusión otras veces.

MAX: ¿A quién enterramos, Latino?

DON LATINO: Es un secreto que debemos ignorar.

MAX: ¡Cómo brilla el sol en las carrozas!

DON LATINO: Max, si todo cuanto dices no fuese una broma, tendría una significación teosófica... En un entierro presidido por mí, yo debo ser el muerto... Pero por esas coronas, me inclino a pensar que el muerto eres tú.

MAX: Voy a complacerte. Para quitarte el miedo del augurio, me acuesto a la espera. ¡Yo soy el muerto! ¿Qué dirá mañana esa canalla de los periódicos?, se preguntaba el paria catalán.

MÁXIMO ESTRELLA se tiende en el umbral de su puerta. Cruza la costanilla un perro golfo que corre en zigzag. En el centro, encoge la pata y se orina. El ojo legañoso, como un poeta, levantado al azul de la última estrella.

MAX: Latino, entona el gori-gori.

DON LATINO: Si continúas con esa broma macabra, te abandono.

MAX: Yo soy el que se va para siempre.

DON LATINO: Incorpórate, Max. Vamos a caminar.

MAX: Estoy muerto.

DON LATINO: ¡Que me estás asustando! Max, vamos a caminar. Incorpórate, ¡no tuerzas la boca, condenado! ¡Max! ¡Max! ¡Condenado, responde!

MAX: Los muertos no hablan.

DON LATINO: Definitivamente, te dejo.

MAX: ¡Buenas noches!

DON LATINO DE HISPALIS se sopla los dedos arrecidos y camina unos pasos encorvándose bajo su carrik pingón, orlado de cascarrias. Con una tos gruñona retorna al lado de MAX ESTRELLA. Procura incorporarle hablándole a la oreja.

DON LATINO: Max, estás completamente borracho y sería un crimen dejarte la cartera encima, para que te la roben. Max, me llevo tu cartera y te la devolveré mañana.

Finalmente se eleva tras de la puerta la voz achulada de una vecina. Resuenan pasos dentro del zaguán. DON LATINO se cuela por un callejón.

LA VOZ DE LA VECINA: ¡Señá Flora! ¡Señá Flora! Se le han apegado a usted las mantas de la cama.

LA VOZ DE LA PORTERA: ¿Quién es? Esperarse que encuentre la caja de mixtos.

LA VECINA: ¡Señá Flora!

LA PORTERA: Ahora salgo. ¿Quién es?

LA VECINA: ¡Está usted marmota! ¿Quién será? ¡La Cuca, que se camina al lavadero!

LA PORTERA: ¡Ay, qué centella de mixtos! ¿Son horas?

LA VECINA: ¡Son horas y pasan de serlo!

Se oye el paso cansino de una mujer en chanclas. Sigue el murmullo de las voces. Rechina la cerradura, y aparecen en el hueco de la puerta dos mujeres: La una, canosa, viva y agalgada, con un saco de ropa cargado sobre la cadera. La otra, jamona, refajo colorado, pañuelo pingón sobre los hombros, greñas y chancletas. El cuerpo del bohemio resbala y queda acostado sobre el umbral al abrirse la puerta.

LA VECINA: ¡Santísimo Cristo, un hombre muerto!

LA PORTERA: Es Don Max el poeta, que la ha pescado.

LA VECINA: ¡Está del color de la cera!

LA PORTERA: Cuca, por tu alma, quédate a la mira un instante, mientras subo el aviso a Madama Collet.

LA PORTERA sube la escalera chancleando. Se la oye renegar. LA CUCA, viéndose sola, con aire medroso, toca las manos del bohemio y luego se inclina a mirarle los ojos entreabiertos bajo la frente lívida.

LA VECINA: ¡Santísimo Señor! ¡Esto no lo dimana la bebida! ¡La muerte talmente representa! ¡Señá Flora! ¡Señá Flora! ¡Que no puedo demorarme! ¡Ya se me voló un cuarto de día! ¡Que se queda esto a la vindicta pública, señá Flora! ¡Propia la muerte!

Luces de Bohemia
Escena XII
Ramón María del Valle-Inclán

jueves, 23 de febrero de 2017

Juicios y Sentencias


Contra Miguel Servet del Reino de Aragón, en España: Porque su libro llama a la Trinidad demonio y monstruo de tres cabezas; porque contraría a las Escrituras decir que Jesús Cristo es un hijo de David; y por decir que el bautismo de los pequeños infantes es una obra de la brujería, y por muchos otros puntos y artículos y execrables blasfemias con las que el libro está así dirigido contra Dios y la sagrada doctrina evangélica, para seducir y defraudar a los pobres ignorantes.

Por estas y otras razones te condenamos, M. Servet, a que te aten y lleven al lugar de Champel, que allí te sujeten a una estaca y te quemen vivo, junto a tu libro manuscrito e impreso, hasta que tu cuerpo quede reducido a cenizas, y así termines tus días para que quedes como ejemplo para otros que quieran cometer lo mismo.



Contra Juan Carlos I de España, y en su nombre, contra su hija Cristina de Borbón y su yerno Iñaki Urdangarín, por los delitos continuados de fraude a la administración, prevaricación, falsedad en documento público, tráfico de infuencias, y blanqueo de capitales, ejercidos por el soberano y su familia desde la restauración de la monarquia, que suponen un daño para las arcas públicas de cientos de millones de Euros, con el consecuente deterioro de las instituciones y el desprecio y menoscabo hacia sus pobres e ignorantes súbditos.

Por estas y otras razones te condenamos, Juan Carlos de Borbón, a disponer de un retiro dorado y bien retribuido donde no te falten mujeres, vicios, ni paisajes. En cuanto a tu hija y a su marido les condenamos a que vuelvan a su hogar, en un paraíso fiscal, lejos de su ingrato país.

Lctr.

Se piensa que lo justo es lo igual, y así es; pero no para todos, 
sino para los iguales. Se piensa por el contrario que lo 
justo es lo desigual, y así es, pero no para todos, sino para los desiguales.

Aristóteles (384 AC-322 AC)

sábado, 18 de febrero de 2017

Periodismo Ilustrado: Hoy, Ignacio Escolar




La infanta Cristina está condenada, pero solo a título lucrativo. Sale absuelta del proceso penal con nada más que una multa de 265.000 euros, un precio que ha hecho a su abogado “levitar de felicidad”, como él mismo aseguró. Como la fianza que pagó al empezar el juicio fue de más del doble –587.413 euros– la sentencia le ha salido literalmente a devolver.

Iñaki Urdangarin irá a la cárcel, aunque muchísimo menos tiempo del que quería Anticorrupción. El fiscal pedía para él 19 años en prisión. Su condena finalmente, será menos de un tercio: poco más de seis. También son más bajas de lo previsto todas las demás penas que ha sentenciado el tribunal, que no solo rebaja notablemente las peticiones de Anticorrupción sino que cambia el orden de responsabilidad. Para el fiscal Horrach, el principal delincuente de la banda era Urdangarin. A él le destinaban las peticiones de condena más severas. Para el tribunal, el más malo de todos era Diego Torres, no el yerno de los Borbón.

El desenlace, por decepcionante, era sin duda el esperado. Frente a quienes argumentan que “el sistema funciona” porque al menos la infanta se ha sentando en el banquillo cabe recordar las decenas de anomalías que ha vivido este proceso judicial desde el mismo día en que arrancó. Como cuando la abogada del Estado que representaba a Hacienda argumentó que eso de “Hacienda somos todos” era solo un lema publicitario. O cuando la implacable (con otros) Agencia Tributaria aceptó que las facturas falsas sirven para desgravar. O cuando la Audiencia de Palma obligó al juez Castro a cascarse 227 páginas de auto de imputación para poder sentar en el banquillo a la infanta –lo normal con cualquier españolito no llega a la décima parte– porque el anterior auto, según este tribunal, le faltaba “un mayor esfuerzo motivador”.

O lo que pasó con Manos Limpias y su aparato recaudador, Ausbanc. Décadas chantajeando a empresas y organizaciones, y solo se les acabó el chiringuito cuando intentaron aplicar el mismo protocolo con la familia real: si me pagas, retiro la imputación. Hay cosas que son sagradas, y líneas rojas que nunca conviene traspasar.

No, por mucho que se repita desde los medios monárquicos el juicio a la infanta no demuestra en ningún caso que todos seamos iguales ante la ley. La infanta llegó al banquillo a pesar del sistema, no gracias a él. La levedad de la sentencia solo confirma lo flexible que resulta nuestro sistema judicial.

¿Puede alguien convivir con un delincuente que prevarica, que malversa, que defrauda a Hacienda, que practica el tráfico de influencias, que falsea documentos sin que quien duerma en su cama, y se lucra gracias a estos delitos, no sepa absolutamente nada? La respuesta de la justicia es “depende”. Si eres Ana Mato o Cristina de Borbón puede colar. Si eres Isabel Pantoja (o probablemente la mujer de Luis Bárcenas) es que no.

Diego Torres e Iñaki Urdangarin irán a la cárcel –si es que no lo evita un indulto o un tribunal superior–, pero la infanta no. Es lo que pronosticó el Gobierno y su presidente, que ya avisó de que a Cristina de Bornón “le iría bien”. Es también la línea roja que puso el rey padre. Lo contamos hace cuatro años en una noticia que os invito a repasar. Es de febrero del año 2013 y este era el titular: El rey asume que Urdangarin debe ir a la cárcel para que la monarquía se salve. Allí también informamos de que la abdicación de Juan Carlos de Borbón estaba ya sobre la mesa y que se produciría en breve. Así ocurrió tres meses después.

Cristina de Borbón estaba allí. Era cómplice y coartada, escudo y arma de su marido, Iñaki Urdangarin. Sin ella no habría habido negocio, con ella se gastó el botín.

La infanta Cristina firmaba las cuentas, contrataba al servicio del palacete de Pedralbes a cargo de Aizón y pasaba como gastos de la empresa hasta las facturas del cumpleaños del niño. "Consintió, participó y se benefició de los delitos de Nóos", según el segundo auto de imputación firmado por el valiente juez Castro.

La justicia será ciega. Los ciudadanos no lo son. 

(Enlace artículo)

Lctr. (C&P)

viernes, 17 de febrero de 2017

Premonition



"Cuando Estados Unidos sea una economía de servicios y de información; cuando casi todas las principales industrias de manufactura se hayan ido a otros países; cuando los increíbles poderes tecnológicos caigan en manos de muy pocos, y nadie que represente el interés público pueda siquiera comprender los interrogantes; cuando la gente haya perdido la capacidad de establecer sus propias agendas o cuestionar de una manera sabia a las autoridades; cuando, abrazados a nuestras bolas de cristal y consultando nerviosamente nuestros horóscopos, con nuestras facultades críticas en declive, e incapaces de distinguir entre lo que nos gusta y lo que es verdad, nos deslicemos de nuevo, casi sin darnos cuenta, hacia la superstición y hacia la oscuridad".

Carl Sagan
The Demon-Haunted World :
Science as a candle in the dark. (1995)
Lctr.

martes, 14 de febrero de 2017

Cine.., cine.., CINE

Después de superhéroes, mutantes, monstruos que vienen a verle a uno, venganzas, y tardes para la ira variadas, estas son las películas que ha merecido la pena ver en este pasado 2016. Películas que si bien no son una obra maestra, si que te hacen reconectar, y volver a encontrarte con el mundo del cine de verdad.

La primera es la coreana "The handmaiden" (la doncella) película de largo metraje (2 horas y media) pero que no se hace larga por la fascinación con la que uno siempre mira hacia ese mundo oriental y sus paisajes. Pulcramente realizada, bien trabajada por los actores, constituye un placer visual contemplarla.


La otra se titula "Elle". Se presenta a los Oscars como mejor película extranjera. Es una coproducción franco-belga-alemana dirigida por el holandés Paul Verhoeven, sí, el mismo de "Instinto Básico", "Total Recall", y tantas otras.

Así como en la primera película destacan sus formas, en esta de Verhoeven destacan sus contenidos. De nuevo se propone un viaje hacia el interior del alma humana en forma de "comedia negra" perfectamente hilvanada por el autor, y mejor interpretada por la inmensa Isabelle Huppert.




Es el momento de verlas y de disfrutar por unos instantes de aquel cine que tanto echamos de menos.

Lctr.

martes, 7 de febrero de 2017

Un Bodrio viene a Verme


Este es el resultado cuando el engranaje promocional de un producto está bien engrasado. Se puede hacer de una película menor todo un éxito de la taquilla, que al final es lo que importa. Si luego la crítica denosta nuestro trabajo da exactamente igual, una vez trincado el dinero le pueden dar mucho por el culo al cine.

No es la primera vez que el amigo Bayona se presta a realizar bodrietes de este estilo. De hecho su ópera prima "El orfanato", así como su otro largo "Lo increíble", son productos del mismo corte. Con ello no quiero decir que J.A. sea un mal realizador, no es mi intención, Bayona ha demostrado largamente que puede dirigir cualquier cosa, pero todavía no ha dirigido nada que podamos llamar película.

De hecho ayer en la gala de los Goya le dieron todos los premios posibles menos el de mejor película, como no podía ser de otra manera. Creo que a un buen seguidor de Spielberg como a él no le importará mucho conseguir los premios menores, de hecho ahora nos damos cuenta del profundo daño que le hicieron al cine personas como Steven o como Lucas...

Todavía alucino por la pretendida emoción que dice desprender el film, un conjunto de animaciones exentas de sentimiento alguno, una historia manida y mal hilada.., vaya truño. Solo había que ver la cara de Sigourney Weaver durante la promoción por España para darse cuenta del producto que teníamos entre manos.

Lo gracioso del caso es que le dieron el Goya a la otra "obrita maestra" de Arévalo, "Tarde para la Ira", que ya desde el título despeja todas las dudas acerca de su contenido. Dicen que el guión lo llevaban ocho años trabajando. Pues si que han tardado años para componer este pestiño, mal llevado, repleto de fallos, ya visto, y digno heredero de los peores trabajos de Charles Bronson...

Y es que el cine está boqueando ya...

Alguno ha de venir para contarnos algo distinto. Desde luego estos chicos no son, y de momento ni se les espera.

Lctr.