martes, 20 de junio de 2017

Nada que hacer



Poco ha durado la esperanza de cambio cuando nos hemos dado cuenta de que este "nuevo PSOE" sigue sin estar por la labor de cambiar nada. Como ya advertimos en entradas anteriores, el PSOE con este "giro a la izquierda" lo único que pretende es recuperar su espacio político perdido a título personal sin importarle lo más mínimo el futuro del país, como se desprende del anuncio de la intención de Pedro Sánchez de reunir (otra vez) a C's y Podemos para estructurar el cambio. Parece no haberse dado cuenta de que C's es un claro socio del PP, al que le van bien las cosas y no está en disposición de cambiar nada.

Mientras tanto los ministros corruptos de Aznar van desfilando por la Audiencia Nacional mintiendo bajo juramento, y argumentando que no saben nada de la corrupción que ellos mismos impusieron, generaron, y de la que disfrutaron. Así poco a poco se irán enfriando todos los temas y aquí no habrá pasado nada...

De hecho hace dos días nos enteramos de que nunca recuperaremos los más de 60.000 millones prestados de nuestro dinero para el rescate de la banca privada, y apenas fue nombrado el suceso en prensa e informativos, dando mayor visibilidad a la noticia de que Cristiano Ronaldo se quiere ir de España (otro..) Recordemos que el presupuesto del año pasado de sanidad fueron poco más de 4.000 millones de Euros (compárenlo con lo de la banca)

El PSOE con estas actitudes tiende a su desaparición. Además en su derrumbe nos va a arrastrar a todos, va a morir matando, aniquilando toda posibilidad de esperanza a medio plazo de conseguir un modelo de país mejor para todos.

Lctr.

viernes, 16 de junio de 2017

Mociones y Censuras


Está claro que después del movimiento de presión  de Podemos y las confluencias ejercido mediante moción de censura a un gobierno desgastado, paralizado, mezquino, y más pendiente de sus tejemanejes monetarios y del afianzamiento de los poderes judiciales que de llevar las riendas del país, el panorama que se nos presenta es incierto pero, que duda cabe, mucho mejor que tras las elecciones de noviembre de 2015.

En aquel escenario recordemos que el PSOE jugaba la baza de gobernar con C's (y con la abstención de Podemos) para que todo siguiera como hasta ahora. En ese marco, los dos grandes partidos PP y PSOE se hubieran unido en las partes fundamentales que comparten y hubiéramos obtenido un gobierno de "más de lo mismo" con Ciudadanos como comparsa.

Fue entonces cuando debido, y gracias, a la negación rotunda por parte del partido morado a permitir que eso ocurriera hubo que repetir las elecciones.

Al repetir las elecciones (con sospecha de pucherazo por parte de INDRA compañía implicada en las tramas de corrupción del PP encargada del recuento de votos) un millón redondo de votos para Podemos, que hubieran consolidado el Sorpasso, desaparecieron por arte de magia y los resultados volvieron a ser los mismos. En esta nueva situación, y con el PP salpicado y enfangado a diario por nuevos casos de corrupción, el PSOE no tenía ya excusa ninguna para no formar un gobierno del cambio. Cuando estaba a punto de concretarse esa opción fue el propio PSOE el que perpetró un golpe de estado interno para acabar con cualquier posibilidad de giro en el gobierno.

Viendo el PSOE que mediante esta pésima elección su partido estaba abocado a la desaparición (recordemos el PASOK griego) ha dado un paso atrás para volver a intentar lo que en su momento no le estaba permitido. Si a la tercera va a ir la vencida no lo podemos saber, conociendo como se las gastan los socialistas, de momento Sánchez esta "renovando" su equipo con Patxi López y Guillermo Fernández Vara, mal empezamos...

Lo que los demás tenemos que tener claro es que hemos llegado hasta aquí gracias a la presión del partido de Pablo Iglesias. Y en esta línea hay que seguir.

Si queremos un país diferente, donde no existan más memorias históricas, y todos los elementos del pasado franquista sean eliminados y las cuentas con las víctimas sean saldadas, un país donde la Iglesia ocupe el lugar que le corresponde y empiece a tributar, un país donde la educación privada abandone de una vez los conciertos, un país donde se puedan reformar aspectos arcaicos de la constitución, un país donde se eliminen organismos de gobierno duplicados, un país que ofrezca soluciones a los nacionalismos, un país que pueda elegir su modelo de estado planteándose la eliminación de una monarquía impuesta y corrupta, un país donde las adjudicaciones sean transparentes, donde las grandes empresas paguen lo que deben, donde el fraude y la corrupción sean severamente castigados...

Si queremos un país así, hay que hacer fuerza, hay que meter presión, y hay que hacer las cosas bien.

Si no.., pues nada...

Lctr.

jueves, 15 de junio de 2017

martes, 13 de junio de 2017

Periodismo Ilustrado, hoy: Javier Gallego


AHORA NO TOCA
(Diario.es)

España es el país del "ahora no toca". Ahora no toca juzgar al Franquismo, desenterrar a las víctimas de la dictadura ni eliminar los monumentos que glorifican a los genocidas. Ahora no toca preguntar a los españoles si quieren república o monarquía, ni hacer un referéndum en Cataluña aunque Cataluña se rompa. Ahora tampoco toca revisar la Transición ni los privilegios de la Iglesia, ni toca hacer una reforma electoral o fiscal, mucho menos una reforma constitucional (salvo si lo pide la Troika). Y por supuesto, ahora no toca hacer una moción de censura al Gobierno más corrupto de la democracia.

Es la frase preferida de los padres de la patria con la que llevan toda la vida atornillándose a la silla, rehuyendo su responsabilidad y esquivando la marea de cambio que podría desclavarles del asiento. Les conviene ese paternalismo conservador que nos convierte a los españoles en eternos adolescentes incapaces de tomar nuestras propias decisiones adultas. Para eso están ellos. Para decirnos lo que toca y lo que no. El invento ha funcionado hasta que hemos visto que a nosotros siempre nos toca perder y que no quieren tocar nada porque a ellos les toca ganar.

Ahora llega la moción de censura de Unidos Podemos y tampoco toca. Aunque la corrupción del PP sea irrespirable y manipulen la Justicia para proteger a sus corruptos. Aunque el Constitucional decrete que la amnistía de Montoro fue ilegal pero ya es irreversible. Aunque el partido del Gobierno se haya financiado ilegalmente, haya destruido pruebas o esté imputado como organización, da igual: ahora no toca.

Tampoco toca aunque seamos líderes europeos en precariedad, temporalidad, desigualdad, desempleo, paro juvenil, pobreza infantil y riesgo de exclusión. Rajoy podría violarte y aún habría quien te diría que ahora no toca denunciarle. Ellos pueden violarte, pero tú eres un inoportuno oportunista si te quejas. Ellos pueden saltarse la legalidad, pero tú no te saltes el protocolo ni la etiqueta. Ellos son los que te hacen la peineta, pero tú eres el macarra.

Así ocurrió la semana pasada en la Asamblea madrileña. Después de ver cómo el PP de Cifuentes despachó la moción de censura con chulería tabernaria -en lugar de despejar dudas sobre la presidenta y la dimisión de más de veinte diputados-, más convencido estoy de que es urgente desalojar del poder a un partido que considera las instituciones su cortijo y el poder, su derecho natural.

La moción está plenamente justificada, lo que no lo está tanto es votar en contra. Quizá Unidos Podemos podría haber encontrado un momento mejor y un consenso previo mayor para evitar lo que va a ocurrir, una moción de fogueo. Pero en cualquier caso, la mayoría le habría respondido que no les fallan las formas, que el día les viene fatal, que hoy no me encuentro: que vuelva usted mañana, como escribió Larra en aquel artículo que retrataba el espíritu nacional. Hay problemas y emergencias que no pueden esperar más. Fumando mientras espero me ha dado un cáncer de pulmón.

Al PSOE le llevamos esperando como a Godot que nunca llega. Hasta ahora tenían la excusa de la división interna, pero Pedro Sánchez ha tenido tiempo de sobra para sumarse a la moción o pedir una prórroga para presentar una propia, como le ofreció Pablo Iglesias. Los socialistas han vuelto a hacer de Escarlata, como hicieron con el Concordato, la OTAN o la república: ya lo pensarán mañana.

Pero, ¡ay de aquel mañana que no ha de llegar jamás!, decía Larra para acabar su famoso artículo. Nunca es buena hora para hacer las cosas que tenemos que hacer en este país. Nunca toca. Y así nos va, que no avanzamos.

Lctr. (C&P)

martes, 6 de junio de 2017

Esperado Regreso

Después de mucho tiempo sin él, ya lo tenemos de vuelta.

David Lynch lo está volviendo a hacer. Lo hizo en su momento asombrándonos a todos en los 90' con una serie que rompía los esquemas tradicionales, y que luego fue largamente criticada debido a una larga segunda temporada en manos de muchos directores y guionistas diferentes que, si bien tomaron parte de la idea original, luego no supieron darle la forma adecuada para llegar a producir la emoción que sólo su(s) autor(es) saben proporcionar. (Lynch/Frost)

El tándem Lynch-Frost ha vuelto en esta tercera temporada, y por lo visto en estos primeros cinco episodios, ha vuelto para quedarse y para rematar el trabajo.

Acostumbrados durante el nuevo siglo a series con rotundos guiones y tramas como Los Soprano, Mad Men, Breaking Bad, Dexter..,  Lynch vuelve con sus maneras de siempre, reforzadas por la imagen HD, con unos efectos sencillos, bellas composiciones, delirantes diálogos, y sobre todo con esa capacidad hipnótica que ejerce en el espectador que no ha perdido nada de su fuerza original, y que se ve reforzada y ampliada en la madurez de su vida.

Es todo un placer disfrutar de nuevo de su universo simbólico y sugerente, que nos sumerge en un mundo de ensoñación paralelo a una realidad decepcionante, y que nos hace experimentar de una manera solaz con las melodías y las representaciones visuales.


"..Quién no se haya desmayado nunca no descubrirá extraños palacios y casas singularmente familiares entre las ardientes llamas; no será el que contemple, flotantes en el aire, las visiones melancólicas que el vulgo no puede vislumbrar, no será el que medite sobre el perfume de alguna flor desconocida, ni el que se perderá en el misterio de alguna melodía que nunca hubiese llamado su atención hasta entonces.."
E.Alan Poe
(The Pit and the Pendulum, 1845)

Lctr.