jueves, 21 de abril de 2016

La verdadera sensatez


El futuro de España

Estamos hoy viendo el agotamiento de la Transición de una dictadura a una democracia que ocurrió a finales de los años setenta del siglo pasado, la cual fue idealizada por el establishment financiero-económico-mediático del país, presentándola como modélica. Aquella transición se realizó bajo el enorme dominio de las derechas, que controlaban todos los aparatos del Estado, además de la gran mayoría de los medios de información y persuasión. Las izquierdas (que lideraron a las fuerzas democráticas), en cambio, acababan de salir de la cárcel, de la clandestinidad o del exilio. De ahí que el desequilibrio de fuerzas no pudiera ser mayor. El resultado de ello fue una democracia muy limitada, de muy baja calidad, con un sistema electoral que favorecía a las derechas, con escasísima sensibilidad social, con un Estado pobre en recursos y una fiscalidad poco redistributiva.

Como consecuencia de esta enorme influencia de aquel establishment económico-financiero-mediático sobre el Estado, hoy España continúa siendo uno de los países más desiguales entre los países de la UE-15 (el grupo de países con un nivel de desarrollo semejante al de España), con menos gasto público social por habitante, y cuya Constitución tiene una visión de España que responde a la visión del nacionalismo españolista, que promociona un Estado uninacional, radial y que reprime su plurinacionalidad.

Es inevitable que haya un crecimiento del rechazo hacia este Estado (tal como está ocurriendo hoy en España), que se presenta maliciosamente, por parte de aquel establishment, como un movimiento anti España. La gran mayoría de las clases populares en España están de acuerdo con el eslogan del 15-M “no nos representan”. Es lógico que los herederos del 15-M, hoy en las Cortes, estén presionando para crear otra España, mucho más democrática, mucho más justa y plurinacional. El conflicto es, pues, entre estas dos visiones. Y lo que es nuevo y lamentable, como dije anteriormente, es que el PSOE esté hoy en el otro bando. Aliarse con un partido como C’s, que es profundamente reaccionario en sus políticas económicas –que están dañando enormemente el bienestar y calidad de vida de los españoles- y que defiende la España uninacional llamando a las fuerzas que se les oponen “rojos” y “separatistas”, es de una gravedad histórica enorme.

Permítame el lector añadir una nota personal. Vengo de una familia donde mis padres y otros familiares pertenecían a sensibilidades de izquierdas de distintos colores. Todos ellos, como millones de españoles, dieron lo mejor de sus vidas luchando contra el fascismo para conseguir una España democrática, justa y plurinacional. Estoy seguro de que si hoy aquellos que, como mis padres, eran socialistas, estuvieran vivos, no reconocerían a este PSOE. Los dirigentes de este partido han desaprovechado una oportunidad única para realizar una segunda Transición, de una España muy poco democrática y con una muy escasa sensibilidad social y plurinacional, a otra basada en una democracia mucho más profunda y más justa que, consensuadamente, permaneciera unida, respetando la soberanía de cada uno de sus pueblos y naciones. Que ello ocurrirá, no me cabe duda. No sé si yo lo veré.

Pero para ello es importante que las izquierdas y otras fuerzas progresistas actúen conjuntamente y fraternalmente (repito, fraternalmente). Hay que recordar que las derechas ganaron la mal llamada Guerra Civil por la fuerza (ayudadas por las tropas de Hitler y Mussolini), pero hay que admitir también que contribuyeron a la derrota las divisiones de las izquierdas, lo que facilitó que en contra del deseo popular de cambio, este no ocurriera. Hoy está pasando algo semejante. Mucho se está haciendo (más en la periferia que en el centro) para la unidad de las izquierdas. Pero debe hacerse más. Y, aunque el mayor responsable de que hoy no ocurra el cambio que la población desea sea el PSOE, es de una gran urgencia que se ayude a las bases de aquel partido a recuperar su historia, y que fuercen un cambio, lo cual no ocurrirá bajo su dirección actual. Sus dirigentes han mostrado ya que en lugar de ser parte de la solución se han transformado en parte del problema. Hay que ayudar a que la mayoría de socialistas, así como todas las sensibilidades progresistas que claramente votaron por un cambio auténticamente transformador, trabajen conjuntamente, mostrando que otra España y otra sociedad son posibles.

(Vicenç Navarro López (Gironella, 1 de noviembre de 1937) es un médico, sociólogo y politólogo español. Es experto en economía política y políticas públicas, ha sido catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona, actualmente es Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Pompeu Fabra, profesor en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Lérida en el ámbito de Economía y Empresa.)

Lctr.

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