miércoles, 2 de noviembre de 2016

Varoufakis


Yanis Varoufahis
Diario.es

Puede que la historia se repita, pero nunca se repite tan rápida y absurdamente como en la familia socialdemócrata europea. Los socialistas españoles se han deshecho de Pedro Sánchez para permitir que Mariano Rajoy forme gobierno, como si pretendieran repetir el mutis por el foro de sus homólogos griegos, el otrora formidable PASOK.

En año 2011, después de haber apoyado el funesto 'programa' de la Troika para Grecia, el PASOK se libró de su líder, Yorgos Papandréu, para facilitar la formación de un Gobierno esencialmente conservador. Presionados por la oligarquía griega, los socialistas olvidaron que habían sido enemigos jurados de los conservadores y se convirtieron en desacreditados cómplices: el rabo que un gobierno impopular y reaccionario sacudía con regocijo. Seis meses después, tras las elecciones de junio del 2012, los socialistas habían perdido la franja del 35-45% del voto que tenían desde 1981 y habían pasado a un deprimente 5%.

Los recientes esfuerzos del PSOE son algo más que un déjà vu . Como en la Grecia del año 2011, cuando el dimitido Papandréu acusó a la oligarquía de haber provocado su caída, Pedro Sánchez denuncia presiones de círculos empresariales, grupos financieros y personas como el expresidente de Telefónica, César Alierta.

En el caso de Papandréu, los oligarcas decidieron que estaba gastado y que ya no podía imponer en el Parlamento las facturas que la Troika enviaba a Atenas; unas facturas que tenían que cobrar, porque eran prerrequisito de los distintos préstamos que la oligarquía griega necesitaba para posponer y disimular su bancarrota. En el caso de Sánchez, la oligarquía española llegó a la conclusión de que, si quería seguir disfrutando de la política de dinero fácil del BCE, de la tolerancia normativa con los problemáticos bancos españoles y del constante trasvase de rentas de los ciudadanos más pobres a sus bolsillos, Rajoy era la mejor apuesta. Y, por si eso fuera poco, Sánchez amenazaba con un Gobierno de coalición de la izquierda, al estilo de Portugal.

Otra de las similitudes entre el suicidio de los socialistas españoles y griegos es el argumento de que, como políticos "responsables", tienen el deber patriótico de hacer lo que sea necesario para impedir gobiernos interinos. El PSOE del año 2016 afirma lo mismo que el PASOK del 2011: que su país no se puede permitir el lujo de otras elecciones y de más retrasos en la formación de un Gobierno "adecuado" que pueda tomar decisiones clave en lo que se refiere al presupuesto y a las "reformas" inspiradas por la Troika (aunque se trate de un Gobierno que los ciudadanos no votaron). ¿En serio?.... (seguir aquí)

Lctr.(C&P)

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