viernes, 19 de septiembre de 2008

PsicoKiller


El Arropiero fue detenido a comienzos de 1971 en el Puerto de Santa María por estrangular a su novia, que apareció con los leotardos anudados al cuello. Los policías se encontraron ante un necrófilo, ya que Delgado reconoció que tuvo relaciones sexuales varias veces con el cadáver. Tras la detención empezó a desgranar una secuencia de crímenes terribles perpetrados durante varios años de vagabundeo.

 

Es el mayor asesino de la historia de la criminología española. Manuel Delgado Villegas "El Arropiero" se declaró autor de cuarenta y ocho muertes. Nunca fue juzgado, ya que se le ingresó en el Psiquiátrico de Carabanchel. Murió hace unos pocos años, ya en libertad, tras beneficiarse de la nueva legislación penal.

 

Fue examinado por expertos psiquiatras de numerosos países y determinaron que se trataba de un peligrosísimo psicópata, a causa de ser poseedor del cromosoma XYY, denominado de Lombroso o de la criminalidad. Por su alteración genética carecía de conciencia, de sentido de la culpabilidad, de remordimientos; creía que era normal, incluso cuando asesinaba. Cortocircuitados los sentimientos, lo hacía con la mayor tranquilidad: ni parpadeo, ni aceleración cardiaca, ni gota de sudor.

 

Confesó tantos crímenes a la policía que los agentes encargados del caso creyeron que se encontraban ante un fabulador extraordinario, por lo que acotaron sus crímenes probables a una lista más verosímil, de sólo 22, de los cuales llegaron a probarle ocho. Pero el Arropiero dio tantos detalles, y tan precisos, de sus delitos –algunos cometidos fuera de nuestro país– que su abogado siempre creyó que su cliente era, sin lugar a dudas, "el más grande asesino de la historia".

Cuteipaste

jm

4 comentarios:

Anónimo dijo...

A muchos los mato con el "golpe legionario" que era dar en el cuello fuerte con la palma de la mano.
Geneticamente era un moustruito.

Anónimo dijo...

Tenía problemas para alcanzar el orgasmo, lo que le hizo ser muy apreciado entre los homosexuales que frecuentaba, sólo conseguía llegar al cénit, a la pequeña muerte, a ver a Dios de reojo, cuando cohabitaba con cadáveres...

jm

Anónimo dijo...

Muy bueno el psico-killer del Talkinhead.
Despúes de la siesta, y mientras cohabitaba con cientos de miles de cadáveres, llegué al climax.

Anónimo dijo...

Alguna vez le he escuchado decir a Lecter que el próximo salto evolutivo ya existe y es el psico-killer.

Y el siguiente será el violador de cadáveres de psico-killers.

Carlos.