domingo, 11 de noviembre de 2007

Perdonadme.

Perdonadme...

Ayer, en el canal Odissea, veo un documental sobre la drogadición, en el que los protagonistas eran, la ratita control y la ratita knockout. Me pareció mal, de entrada, que los protagonistas no fuesen seres humanos, pero bueno, me dispuse a verlo.

Ni que decir tiene que la ratita control era la que hacía las cosas bien, y la ratita knockout era la drogadicta, la pasada, la equivocada, etc.

Después de un rato de documental, de hombres con gafas, de investigaciones serias, con ratitas, las conclusiones son:

La droga altera nuestro comportamiento y es mala, además no actua igual con diferentes tipos de ratitas, ya que algunas no la aceptan, y otras llegan hasta morir por una dosis.

Después de ver el documental, tragarmelo entero, con sueño, verdaderamente amigos, qué quereis que os diga...

¿Es esto lo que los seres humanos somos capaces de dar de sí, de decir, ante unas sustancias que son más viejas que la humanidad misma, forman parte del entramado natural en el que nos hallamos inmersos, y que siempre han estado ahí para todos, ratitas incluidas?

Rajoy, en una de sus últimas intervenciones dijo textualmente:


"La mayoría de las personas hacen cosas normales, dicen cosas normales, nadie le da vueltas a la cabeza."

Y tiene razón. De verdad, tiene razón. La mayoría de las personas, es más, la mayoría de la naturaleza, son ratitas control, somos ratitas control.

Pero ésta, nuestra querida naturaleza, no iría a ninguna parte, a ninguna, sin la minoría de ratitas knockout. Sin las ratitas knockout, la naturaleza no habría pasado de intención. No sería un hecho. Sería una pretensión.

Aunque a estas alturas, la verdad, no sé si esto es bueno o es malo, ya no sé, como dijo el general retirado, ya no sé, si soy de los nuestros.

Es una pena que hasta los documentales que se dicen serios, no expliquen con profundidad este asunto, sin importancia, que es la existencia. Es una pena. A lo mejor, como es un documental de canal de pago, sólo puede llegar hasta ahí, no vaya a ser que pongamos a la gente a pensar.

En fin, no os aburro más, solamente me queda dar un abrazo a Carl Sagan, A Costeau, y a nuestro amigo Punset. Ellos no son de pago, y se han esforzado, y se esfuerzan, por transmitirnos el sentimiento de la existencia, el miedo, el desconcierto, y la esperanza. Los dos primeros ya no están, y el último, aparece en la TV pública a las 3.00 de la mañana, no vaya a ser que algún niño lo vea.




Carl Sagan

Termino con una frase de Carl Sagan, a la pregunta, ¿Cree usted en Dios?, Sagan respondió:

"Creo en el hombre por encima de todo"



Lecter.

No hay comentarios: