Ex procurador en cortes durante el régimen Franquista y último presidente de la Diputación de Barcelona, (1973-77) predecesor del ya democrático Tarradellas,
momento en que era ya vicepresidente del Comité Olímpico Internacional (COI),organización en la que ingresó en 1966. Este cargo le propició la oportunidad de establecer en la Europa del este los contactos políticos necesarios para poder alcanzar la Presidencia de la institución olímpica en 1980. Presidencia que abandonó veintiún años después, bajo sospecha indirecta de corrupción.
Durante su presidencia nada se hizo por los atletas ni por los países menos desarrollados en el deporte con la excepción, eso sí, de permitir de una manera soslayada el consumo de todo tipo de sustancias para la obtención de mejoras en las marcas de los deportistas, y con ello un avance del olimpismo en términos de producto televisivo y máquina de hacer dinero.
Este figura es hoy en día presidente vitalicio del COI con mucha influencia aún en las sombras de tan intrigante organización.
Pues bien, este personaje dijo ayer en TVE que la actuación española no está nada mal, y que Gervasio Deferr todavía podrá aguantar hasta Londres 2012 para conseguir otra medallita.
Y no se le cae la cara de vergüenza.
Porque nunca la ha tenido.
Lctr.
No hay comentarios:
Publicar un comentario