Un conejo sin orejas nació en la localidad Namie Tsushima, a 30 kilómetros de la planta nuclear de Fukushima, en Japón, lo que desató el temor entre los vecinos de la zona, luego del desastre ecológico tras el terremoto y tsunami del pasado 11 de marzo.
De acuerdo con el diario "El Mundo", algunos expertos aseguran que la malformación se debe a las fugas radiactivas de la central.
Sin embargo, a pesar de estas opiniones aún falta practicar los análisis correspondientes para poder determinar una relación causa-efecto.
De momento, el defecto de nacimiento no impide al animal moverse con normalidad.
deivit
2 comentarios:
Si, si, luego estos gazapos, a la larga, se convierten en godzillas
Era yo, Lecter, es que estoy con el móvil
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