Ya en la primera frase el texto avisa de que «el jurado, a deliberado», y eso es sólo el aperitivo de 16 folios plagados de faltas de concordancia, mala puntuación, palabras con errores y ausencia de tildes.
Dos frases ayudan a evaluar el nivel de redacción del autor del acta que declaró a Camps y Costa no culpables. Al referirse a los elementos de convicción, se afirma que «los supuestos regalos no han quedado demostrados que se les hallan pagado a los acusados, mediante el informe pericial que tambien afirma esta conclusion».
El jurado estaba compuesto por nueve personas, seis hombres (cuatro de ellos de menos de 35 años y los otros dos en torno a los 45 años) y tres mujeres (dos en torno a los 50 años y una de menos de 35 años). Asistentes al juicio coincidieron en destacar que los dos hombres que superaban la cuarentena se singularizaron por prestar más atención a las defensas que a las acusaciones, y uno de ellos se habría convertido finalmente en el portavoz del jurado. No es posible conocer quién redactó el acta.
Lctr.
PS. La justicia lleva una venda en los ojos...y otra en la mente.
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