jueves, 28 de marzo de 2013

Rígidos los cuerpos los maniquies bailan

La industria textil es una de las principales fuentes de contaminación del agua en países como China y México. Así lo demostraron investigaciones de Greenpeace (1), que han expuesto públicamente a empresas que vertían sustancias tóxicas en el agua. Por otra parte, bosques únicos están siendo convertidos en embalajes desechables y productos de consumo, mientras grandes áreas de la selva amazónica ha sido destruida para dar paso a ganado, que luego será utilizado para producir zapatos, bolsos y cinturones.

El pasado mes de Noviembre más de 700 activistas de Greenpeace en más de 80 ciudades en 19 países protestaron este fin de semana para exigir a la empresa Zara que se comprometa a eliminar el uso de sustancias químicas peligrosas en toda su cadena de suministro. Desde Bangkok a Berlín los activistas-maniquí dejaron un mensaje claro en los locales: “Queremos moda sin contaminación”.

"La idea principal fue que los maniquíes de Zara estaban siendo obligados por sus dueños a usar ropa que contiene sustancias químicas peligrosas hasta que un día finalmente deciden rebelarse y se escapan de las tiendas", declaró Martin Hojsik, Coordinador de Campaña “Detox” contra la contaminación de Greenpeace Internacional.



Lctr. (C&P)

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