jueves, 26 de agosto de 2010

Dragoniano... me la tocas con la mano

Gracias a nuestro querido Lecter hemos podido volver a leer el artículo que escribió Dragó sobre los de la ong esta que acaban de soltar. Y estaba oliendo esta mierda (voy a utilizar el mismo tono que el escritor) y me venían los recuerdos de una anécdota relacionada con él.

Creo que era el verano del 91, cuando fui con Cambaleo Teatro a representar en un pueblo de Extremadura el espectáculo “Gaia 1990”: Nos alojamos en un antiguo molino reconvertido en casa de un grupo de jipis simpatizantes del budismo y la cultura oriental. Una casa muy especial donde pasamos un fin de semana inolvidable.

En una conversación después de comer salió a colación la figura de este insigne escritor, que por aquella época aún seguía siendo el portavoz oficial dentro de la literatura de todo lo relacionado con la filosofía oriental, el taoismo y el hinduismo. Le pusieron a caer de un burro en el minuto uno y nosotros nos quedamos un poco sorprendidos del rebote que parecían tener con este tipo.

Hablaron de que simplemente les parecía un oportunista, un pijo que se estaba dando una vuelta por el parque temático de lo espiritual y lo underground. El pavo al parecer utilizaba estos ambientes para intentar follarse jovencitas y se movía en esos círculos como un buitre alado que revolotea hasta que encuentra un poco de carnaza. Todo aderezado con la verborrea que le conocemos y esa expresión muy suya, que parece que te está escuchando con suma atención, cuando sólo está encantado de conocerse. Extrapolando esto con el artículo, podemos observar como esto de los pijos dándose viajecitos para sentirse aventureros no es nuevo y en el mundo de la literatura también ha ocurrido.

¿Cómo puede acusar a los de la ong de estar subvencionados un tipo que desde que ha hecho pública su afinidad al PP y en concreto a Aznar, ha tenido regularmente (10 años?) un programa de libros que no ve nadie en telemadrid, o la más esperpéntica dirección del informativo de noche que usó como tribuna de sus ideas fachas, retrógradas, ofensivas y ególatras.

Eso sí es estar subvencionado y por la puerta más maloliente. Si la labor de esta gente de la ong de llevar cuatro cosas a un lugar paupérrimo no es quizá el mejor modelo para acabar con sus penalidades, hay que reconocer que la misión de Dragó de lanzar por su boca toda la diatriba de insultos y de descalificaciones hacia lo que no es el partido popular y su idea de lo español, sí que ha dado sus frutos y ha ayudado a crear un ambiente político en nuestro país absolutamente irrespirable.

A mi se me queda corto, para referirme a él, todo eso que les ha dicho en el artículo a los secuestrados. No me parece un mamón, un caradura, un gilipollas o un gorrón… eso no le abarca. Para mi este tipejo es simplemente alguien a ignorar.



Jm

9 comentarios:

lecter dijo...

Estamos de acuerdo, querido JM, en todo lo expuesto, ahora bien, hasta el más tonto es capaz de, algún día, decir algo que está bien dicho, y no por ello podemos transformarlo en malo directamente por el hecho de que ha sido dicho por un tonto.

No vamos a descubrir aquí nada nuevo del amigo Dragó, él sólo se basta para mostrarse tal y como es.

Esto no quita que esté absolutamente cargado de razón en el artículo que escribió.

abrazos

deivit dijo...

¡Como le mataba!
Este señor fué el que renegaba de España por que era el unico pais que se tenia como genero literario la picareca.
¡Como le mataba!

..a colación, Lecter dijo...

También dijo que el Museo del Prado habría que privatizarlo...

deivit dijo...

¡Como le mataba!

Anónimo dijo...

Fijaos en el nivel egolatra de este pavo. Leo por ahí una frase suya que me estremece:
«Ni español ni extranjero, ni blanco ni negro, ni mujer ni varón. Soy yo sin etiquetas, que es lo contrario del ego. Toda mi vida he luchado por destrozar el ego para que emerja el yo profundo. Ulises dijo al cíclope: “Yo soy nadie. Un hombre sin etiquetas”. Yo también lo soy. Hace años leí en El manantial, de Ayn Rand, una frase que me impresionó: Para decir yo te amo, primero hay que aprender a decir yo.»
Sánchez Dragó

Jm

Lecter dijo...

Hombre, Jm, con la cantidad de gilipolleces que dice el Dragó a lo largo del día, te vas a fijar en una reflexión que está bastante bien.

Además, está bastante bien, porque no es suya. Esa reflexión estaba inscrita en la puerta del templo de Apolo en Delfos y decía así:

"γνωθι σεαυτόν"

"nosce te ipsum"

y añado y cortapego:

“Conócete a ti mismo”. Se dice que estas palabras estaban inscritas en la puerta del templo de Apolo en Delfos, lugar de culto en la antigua Grecia. A pesar de que se suelen atribuir al filósofo Sócrates (470 a.C. – 399 a.C.), su origen se remonta más allá del siglo VI a.C., siendo más veteranas que la historia misma de la filosofía. La importancia de este aforismo atemporal radica en que orienta a los seres humanos a que exploremos nuestra realidad interior, donde se encuentra todo lo que necesitamos para poner fin a nuestro sufrimiento y alcanzar la plenitud que tanto anhelamos.

Rg dijo...

Dragó no me cae mal, incluso diría que me cae bien, como personaje televisivo, porque como escritor no tengo ni puta idea y puedo asegurar que no la tendré jamás.

Recuerdo hace muchos años en un programa que iba sobre toros que este pavo empezó a hablar con su habitual prosa poética sobre la liturgia del torero, su vestimenta, sus zapatillas, "como su fuera una bailarina", decía, y Jesulín de Ubrique, que estaba en esa mesa también, le interrumpió diciendo "Sí, pero con unos cojones así de grandes"

Rg

Anónimo dijo...

No Lecter, si la cita está muy bien, me refería a cuando dice "Toda mi vida he luchado por destrozar el ego para que emerja el yo profundo". jajaja.. Es que me parece una paradoja, intentar destruir tu ego en busca del "yo profundo", es decir, el superego... jajaj

Jm

deivit dijo...

¡Como le mataba!