Como cuantas más crónicas se tenga de lo que ha pasado, mejor, (y si es posible distintas a las de El Mundo, El País y demás planfletos pseudo-científicos) dejo aquí el primero de una serie de artículos de un científico y experto en energía nuclear, que nos cuenta con detalle, datos y aclaraciones, la secuencia de los hechos. Su nombre es Manuel Fernández Ordóñez. Hasta ahora el único que he encontrado que cuando dice algo sabe de lo que habla.
Ahora que la tasa de información proveniente de Fukushima ha disminuido mucho. Ahora que los parámetros de los reactores 1, 2 y 3 llevan muchos días estables y parece que han conseguido frenar el vertido de agua contaminada al mar ha llegado el momento de revisar todos los datos desde el principio y tratar de analizar y explicar la secuencia de hechos que desencadenaron el accidente en la central de Fukushima Dai-ichi. Si bien en mi último artículo prometí escribir algo sobre la piscina de supresión, creo que es mejor comenzar a analizar la secuencia del accidente y comentar lo que haga falta de la piscina cuando lleguemos a ella puesto que no merece la pena dedicarle un artículo completo. A lo largo del análisis del accidente iremos viendo cómo hay muchas preguntas para las que no tengo respuesta aún y que se aclararán cuando se elaboren los informes oficiales, pero para eso quedan aún muchos meses. Así que tenemos que ir tirando con lo que hay.
Sitúense ustedes en el pasado 11 de marzo a primeras horas de la tarde. En ese momento fue cuando empezó todo.
14:46 (día 11 de marzo): El terremoto más grande la historia de Japón sacude la parte este del país. Alcanzando 9.0 en la escala de Richter, es el segundo terremoto más grande de la Historia. Debido al terremoto, las centrales nucleares afectadas detienen inmediata y automáticamente su operación. Entre ellos los reactores 1, 2 y 3 de Fukushima Dai-ichi, los únicos que estaban en funcionamiento. Debido al terremoto, además de pararse todas las centrales nucleares, lo hacen también la mayoría de centrales productoras de electricidad de otras tecnologías (térmicas, hidráulicas, etc). Más de 4 millones de hogares se quedan sin electricidad y, por supuesto, la central nuclear de Fukushima Dai-ichi también. Al quedarse sin suministro eléctrico, arrancan automáticamente los generadores diésel de emergencia que están diseñados para eso. Hasta aquí todo iba con normalidad y como estaba previsto. Siga Leyendo…
Rg (pondré los siguientes)
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