lunes, 9 de abril de 2012

En relación con lo anterior...


Relacionándo las cosas del odio y tal, he podido leer el poema de Günter Grass, traducido claro está, y no se que pensar.

Bueno lo primero es que lo de "poema" me parece demasiado decir ante semejante contenido. No puedo juzgar la forma, ya que no conozco el alemán.


Lo que sí me parece desmedido y desproporcionado, es el revuelo que este texto ha levantado en todas partes.
Los judios pidiendo la cabeza del escritor, y los neonazis jaleándolo, vitoreándolo, e invistiéndolo como adalid de la causa Alemana.

Lo mejor para juzgar es leer, leamos pues:

Por qué guardo silencio, demasiado tiempo,
sobre lo que es manifiesto y se utilizaba
en juegos de guerra a cuyo final, supervivientes,
solo acabamos como notas a pie de página.
Es el supuesto derecho a un ataque preventivo
el que podría exterminar al pueblo iraní,
subyugado y conducido al júbilo organizado
por un fanfarrón,
porque en su jurisdicción se sospecha
la fabricación de una bomba atómica.
Pero ¿por qué me prohíbo nombrar
a ese otro país en el que
desde hace años —aunque mantenido en secreto—
se dispone de un creciente potencial nuclear,
fuera de control, ya que
es inaccesible a toda inspección?
El silencio general sobre ese hecho,
al que se ha sometido mi propio silencio,
lo siento como gravosa mentira
y coacción que amenaza castigar
en cuanto no se respeta;
“antisemitismo” se llama la condena.
Ahora, sin embargo, porque mi país,
alcanzado y llamado a capítulo una y otra vez
por crímenes muy propios
sin parangón alguno,
de nuevo y de forma rutinaria, aunque
enseguida calificada de reparación,
va a entregar a Israel otro submarino cuya especialidad
es dirigir ojivas aniquiladoras
hacia donde no se ha probado
la existencia de una sola bomba,
aunque se quiera aportar como prueba el temor...
digo lo que hay que decir.
¿Por qué he callado hasta ahora?
Porque creía que mi origen,
marcado por un estigma imborrable,
me prohibía atribuir ese hecho, como evidente,
al país de Israel, al que estoy unido
y quiero seguir estándolo.
¿Por qué solo ahora lo digo,
envejecido y con mi última tinta:
Israel, potencia nuclear, pone en peligro
una paz mundial ya de por sí quebradiza?
Porque hay que decir
lo que mañana podría ser demasiado tarde,
y porque —suficientemente incriminados como alemanes—
podríamos ser cómplices de un crimen
que es previsible, por lo que nuestra parte de culpa
no podría extinguirse
con ninguna de las excusas habituales.
Lo admito: no sigo callando
porque estoy harto
de la hipocresía de Occidente; cabe esperar además
que muchos se liberen del silencio, exijan
al causante de ese peligro visible que renuncie
al uso de la fuerza e insistan también
en que los gobiernos de ambos países permitan
el control permanente y sin trabas
por una instancia internacional
del potencial nuclear israelí
y de las instalaciones nucleares iraníes.
Solo así podremos ayudar a todos, israelíes y palestinos,
más aún, a todos los seres humanos que en esa región
ocupada por la demencia
viven enemistados codo con codo,
odiándose mutuamente,
y en definitiva también ayudarnos.

Qué os parece. Es para vitorearlo, para ahorcarlo..?, yo creo que no es para ninguna de esas cosas. Simplemente está diciendo una verdad que todo el mundo sabe. En ningún momento me parece antisemita, ni por supuesto neonazi, ni creo que la intención del escritor fuera escoger un bando, al contrario, está harto de odios y de bandos. Como todos lo estamos.

La distorsión que el odio hace en el raciocinio de las gentes, nos lleva a la falta de entendimiento, a la falta de respeto, a las cavernas.

Lctr.

3 comentarios:

deivit dijo...

La paranoia judía.Si no estas a su lado estas en contra.

otra vez deivit dijo...

Mola un huevo la cabecera, nunca pensé en Ibañez para una cabecera, y mira que da juego.

Anónimo dijo...

Nadie puede criticar al pueblo judío sin que le tachen de antisemita y nazi. Conozco Jerusalém y he visto la prepotencia con la que se trata allí a los palestinos, ciudadanos de cuarta. Todo lo que dice este señor me parece correcto
Jm