El Cristo de la sartén

El humo de la sartén quemándose evitó que la casa se incendiara

Toby Elles no confíaba mucho en sus habilidades y poco podía pensar que crearía la cara de Jesucristo en la sartén al freír el pan. Toby olvidó apagar el fuego y dejó friéndose el pan en la sartén. Cuando se despertó de una pequeña siesta, para su sorpresa encontró la imagen de la cara de Jesús en la sartén requemada. Con grandes ojos, nariz y su distintiva barba, la cara de Cristo mira directamente desde el fondo de la sartén. Toby, cajero de profesión y de 22 años, explica que "me quedé dormido mientras cocinaba algo de bacon y se quemó dejando la cara de Cristo en el pan. Es alguna clase de milagro. Si no hubiera sido por el humo del bacon quemándose sobre el pan podría haber sucedido algo malo. Quizás hay alguien cuidándome". Toby jura que fue intervención divina que su casa no se quemara y promete no fregar el pan de la sartén y dejarlo como un recuerdo.


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