martes, 26 de mayo de 2015

La gran nación de los españoles, y los muy españoles



Sí, Mariano.., sí. 

Al final vas a tener razón. Somos una gran nación de españoles, y entre ellos, de gallegos, de andaluces, de catalanes, de vascos, de navarros, de ceutíes, de melillenses, de aragoneses, de castellano-manchegos, de asturianos, de cántabros, de riojanos, de valencianos, de canarios, de extremeños, de baleares.., por haber, hay hasta castellano-leoneses, murcianos, y madrileños. 

Pero españoles, los muy españoles, o los mucho españoles, que a ti tanto te gustan, van empezando a ser cada vez menos. 

Porque los españoles cada vez están más aburridos de los muy españoles, y los catalanes están empezando también a hartarse de los muy catalanes, y a los vascos les empieza a pasar lo mismo. Los españoles están percibiendo que hay otras maneras de convivir, de organizarse, y de estructurarse, que están muy lejos de vuestras políticas basadas en el miedo, la ignorancia, la violencia, y el saqueo.

Políticas fundamentadas en el rencor y el recelo, que utilizando el insulto y la descalificación como únicos procedimientos de comunicación, os han permitido regentar como cortijos feudales los territorios de este país. Os han permitido saquear a manos llenas los recursos comunes que pertenecen a todos, y ponerlos al servicio de los capitales "neoliberales". Destruir poco a poco los bienes públicos para colocar en su lugar señuelos privados de ínfimas calidades. Y repartir el botín con los bancos.

Qué fácil es ser empresario cuando el dinero que pierdo no es mío.

Después, cada cuatro años, una obra faraónica, una campaña millonaria de nuestro propio dinero, y a seguir con lo vuestro otra temporada más.

Pues idos apretando los cordones "españoles" porque este truco está comenzando a fallar. Se os empieza a ver la baraja escondida en la gualdrapa del traje, ya asoman las orejas del conejo por la chistera, se os advierte el plumero...

Y una vez que los demás españoles comprobemos que se pueden organizar las cosas de una manera distinta, sin temores ni miedos, sin agravios ni ofensas. Una vez que se aprenda que la gestión del dinero no necesariamente implica el hurto de una parte. Cuando comprobemos que ofrecer enseñanza de calidad para todos es más beneficioso para el país que restringirla, cuando verifiquemos que una sanidad pública bien abastecida constituye un avance y no un gasto, cuando constatemos que la maquinaria empieza a funcionar y a dar frutos, no existirá ningún lugar para vosotros.

En palabras de Manuela Carmena:

Pues claro que voy a hablar con Esperanza. Le voy a decir que siendo las dos abuelas, y con una amplia experiencia en la vida, no tenía por qué haber tenido ese comportamiento conmigo. No tenía que haber utilizado la mentira contra mí, y sí el diálogo. Le diré que no le guardo rencor. Como jueza en ejercicio durante muchos años siempre he sido partidaria de la reinserción.

Lctr.

PS. Todo lo expuesto aquí es aplicable también a los del puño y la rosa...

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