martes, 17 de marzo de 2009

Mal

Mal, José Tomás, te portas con un compañero.



Muy Mal.

Devolviendo esa medalla estás vejando y humillando a tus compañeros de profesión. Con este gesto pareces como querer separar tu arte de el del resto de tus compañeros, en un alarde de divo más propio del mundo del folclore, que dices detestar, que del toreo.

Además te alías en el despropósito con Paco "Jurasic" Camino, hombre resentido que es el que más debería callar, si nos atenemos a los cientos de portadas del Hola que ha protagonizado junto a su familia. Incluido su hijo Rafi, conocido en su momento por ser el novio torero de Samantha Fox.

Los toreros deberíais ayudaros entre vosotros, estáis en peligro de extinción, y estos desplantes favorecen vuestra desaparición.
Demasiado valor, pareces darle, a una mierda de medalla que además te entregó el Rey. Podrías haberla rechazado en ese momento. Como buen republicano que dices que eres.

No olvides que hace año y medio, mientras realizabas tu toreo de gladiador en Málaga, te cogió el toro, y fue Fran, vestido de calle, el que saltó presto desde el callejón a socorrerte.

Jose, haz el favor de dejar de hacer el gilipollas, tanto dentro como fuera de la plaza. Eres un gran torero. No lo estropees.

Lecter.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

ssssssí, pero NO. Así enfocado tendrías bastante razón, pero no creo yo que ese punto de vista sea el que corresponde. El gesto ha sido, no una protesta porque se la hayan dado al Rivera, sino porque no se la hayan dado a otros que la merecen mucho más. Al menos así lo hemos entendido algunos.
Saludos.

Anónimo dijo...

Podemos entenderlo de muchas maneras, mi querido anónimo, pero el gesto, no es correcto.

Por esa regla ¿Cuántos premios Nobel, por no decir premios principe de asturias, o incluso, Oscars habría que devolver?

Si yo fuera Helen Mirren, al ver el Oscar de "Pe", devolvería el mío en el acto.

Pero esto no es así, actuar así es darle más valor al premio que al arte que representa.

A mi entender.

Abrazo.

Anónimo dijo...

Siento disentir, Lecter. Si antes nadie lo ha hecho es problema de ellos. Todo tiene una primera vez. No soy partidario de José Tomás (del de ahora), de su tremendismo, de negarse a matar toros serios, de intentar suicidarse en medio de la plaza. Eso no es torear. Es cierto que hubo un José Tomás que merecía la medalla, quizás este no y hace bien en devolverla.
Pero no iba a esto. Dándole la medalla a Fran Rivera se menoscaba al toero como una de las bellas artes. La más efímera e irrepetible. Uno puede tener un cuadro, escuchar la misma canción cien veces, observar una escultura... pero una faena se construye y se destruye al mismo tiempo. Lo de Rivera es valor, vale, es pundonor, vale, es... de todo menos hacerle honor al toreo como una de las bellas artes.
Estoy de acuerdo con José Tomás y con Paco Camino. La medalla sufre ya de minusvalía.
Por cierto, Joselito y Antoñete no la tienen. ¡Ah! quienes querían que los toros dependieran del Ministerio de Cultura habrán aprendido que ¡virgencita! que me quede como estoy, en el de Interior.
El otro Carlos

Anónimo dijo...

Está muy bien, Carlos, pero sigo diciendo que el merecimiento, o no, de la medalla es algo que puedes valorar tú, la opinión pública, el aficionao..,
Pero a mi entender no es correcto que lo valore un compañero de profesión, y más de esa profesión en la que, aunque tus faenas se cuenten por charlotadas, siempre te estás jugando la vida.

Anónimo dijo...

¿Estaría que le dieran el nobel de física a un científico por el simple hecho de que haya estado toda su vida poniéndose a merced de radiciones pero no haya llegado a descubrir nada? Se habría jugado la vida igual ¿no?
Si yo fuese Madame Curie, y a ese tipo le dieran un nobel, devolvería los míos

Anónimo dijo...

un apunte: No es que quiera suicidarse en la plaza, lo se de primera mano. Lo que pasa es que es un torero de los de verdad, honrado y consecuente con las sumas de euros que cobra, y hacía muchos años que no surgía un torero de esta magnitud, por eso descoloca a muchos.

Anónimo dijo...

Un torero no es más honrado por el hecho de dejarse coger continuamente por los toros. Lo honrado es echar la muleta adelante, citar, templarle la embestida y torearle. Es simple, aunque hay que tener mucho valor para hacerlo.
Por cierto, siempre se ha dicho que al torero que cogen mucho los toros es que algo le falla.
No vale solamente con eso de "es que se juegan la vida"