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¿En manos de quien está la central de Fukushima? ¿Quién está gestionando la crisis nuclear que tienen en vilo a todo el planeta? La respuesta es Tepco (The Tokio Electric Power Co.), la compañía eléctrica de Tokio. Una empresa que genera un tercio de la electricidad de Japón y es el mayor proveedor de energía del país. Abastece las áreas económicamente más productivas, como la capital, Tokio, y las ciudades con mayor densidad de población.
Tepco reconoció que mintió en los informes y pidió "disculpas por incurrir en prácticas deshonestas"En marzo de 2010, la compañía daba servicio a 44,45 millones de japoneses y suministraba energía a un área de 39,529 kilómetros cuadrados. A pesar de ser una de las compañías con más experiencia en la producción de energía nuclear, la empresa que gestiona Fukushima tiene un historial plagado de puntos oscuros.
Tepco acumula múltiples expedientes por incumplir los protocolos de seguridad: En 2002, la eléctrica fue acusada de inyectar aire en el recinto de contención del reactor número 1 de Fukushima para bajar artificialmente el nivel de filtración. Un fraude que salió a la luz gracias a que observadores de General Electric, que diseñaron el reactor, lo pusieron en conocimiento del Gobierno japonés, según el diario británico 'The Times'. Tras ser descubierta, la compañía eléctrica presentó "sus sinceras disculpas por incurrir en prácticas deshonestas".
Ese mismo año, el Gobierno nipón acusó a Tepco de falsear las inspecciones rutinarias de la central y de ocultar problemas de seguridad durante muchos años. Finalmente, Tepco tuvo que admitir que falsificó información 200 veces entre 1977 y 2002. Y es curioso que el complejo de Fukushima entrara en funcionamiento en marzo de 1970, precisamente cuando en dicha década se confirmaron numerosos problemas. De hecho, la empresa se vio obligada a cerrar todos sus reactores de agua en ebullición, el mismo tipo que hay en Fukushima, hasta que se llevaron a cabo más inspecciones.
Y de nuevo en 2007, Tepco protagonizó otro escándalo por no informar sobre los fallos en la central de Kashiwazaki-Kariwa, dañada tras un terremoto de 6.8 de magnitud.
Con estos antecedentes, no es de extrañar que el Gobierno japonés dude de que Tepco esté informando sobre la gravedad real que representa Fukushima. Por esa razón, 20 funcionarios del Gobierno nipón se han instalado en las oficinas de la sede de Tepco Tokio, según ha revelado un portavoz de la compañía.
Lctr. (C&P)
PS: Los periódicos han decidido pasar ya la noticia de Japón a un segundo plano, para que la gente se calme, y centrarse en la matanza que se va a perpetrar en Libia en breve. Dos matanzas, una en Asia y otra en África, cuyo nexo de unión es el control de la energía.
¿En manos de quien está la central de Fukushima? ¿Quién está gestionando la crisis nuclear que tienen en vilo a todo el planeta? La respuesta es Tepco (The Tokio Electric Power Co.), la compañía eléctrica de Tokio. Una empresa que genera un tercio de la electricidad de Japón y es el mayor proveedor de energía del país. Abastece las áreas económicamente más productivas, como la capital, Tokio, y las ciudades con mayor densidad de población.
Tepco reconoció que mintió en los informes y pidió "disculpas por incurrir en prácticas deshonestas"En marzo de 2010, la compañía daba servicio a 44,45 millones de japoneses y suministraba energía a un área de 39,529 kilómetros cuadrados. A pesar de ser una de las compañías con más experiencia en la producción de energía nuclear, la empresa que gestiona Fukushima tiene un historial plagado de puntos oscuros.
Tepco acumula múltiples expedientes por incumplir los protocolos de seguridad: En 2002, la eléctrica fue acusada de inyectar aire en el recinto de contención del reactor número 1 de Fukushima para bajar artificialmente el nivel de filtración. Un fraude que salió a la luz gracias a que observadores de General Electric, que diseñaron el reactor, lo pusieron en conocimiento del Gobierno japonés, según el diario británico 'The Times'. Tras ser descubierta, la compañía eléctrica presentó "sus sinceras disculpas por incurrir en prácticas deshonestas".
Ese mismo año, el Gobierno nipón acusó a Tepco de falsear las inspecciones rutinarias de la central y de ocultar problemas de seguridad durante muchos años. Finalmente, Tepco tuvo que admitir que falsificó información 200 veces entre 1977 y 2002. Y es curioso que el complejo de Fukushima entrara en funcionamiento en marzo de 1970, precisamente cuando en dicha década se confirmaron numerosos problemas. De hecho, la empresa se vio obligada a cerrar todos sus reactores de agua en ebullición, el mismo tipo que hay en Fukushima, hasta que se llevaron a cabo más inspecciones.
Y de nuevo en 2007, Tepco protagonizó otro escándalo por no informar sobre los fallos en la central de Kashiwazaki-Kariwa, dañada tras un terremoto de 6.8 de magnitud.
Con estos antecedentes, no es de extrañar que el Gobierno japonés dude de que Tepco esté informando sobre la gravedad real que representa Fukushima. Por esa razón, 20 funcionarios del Gobierno nipón se han instalado en las oficinas de la sede de Tepco Tokio, según ha revelado un portavoz de la compañía.
Lctr. (C&P)
PS: Los periódicos han decidido pasar ya la noticia de Japón a un segundo plano, para que la gente se calme, y centrarse en la matanza que se va a perpetrar en Libia en breve. Dos matanzas, una en Asia y otra en África, cuyo nexo de unión es el control de la energía.
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