Lo de que Merkel haya perdido las elecciones en un par de länders en los que su partido llevaba gobernando 58 años es para hacer una pequeña parada. Pero no porque las pierda o las gane sino por cómo ha sucedido todo. En donde quiero acabar es en lo que se puede llegar a hacer con tal de ganar, y de paso plantearme qué tipo de ansia por el poder puede mover a estos gobernantes a desenvolverse de esta manera.
Tras el terremoto y el tsunami en Japón, y especialmente tras el accidente nuclear de Fukushima, empezaron a salir algunos personajes a calificar estas cosas de apocalipsis o catástrofe nuclear. Hablo del comisario de energía de la comisión europea (no me acuerdo del nombre). Se trata de un alemán.
Las elecciones de las que hablo las han ganado los verdes.
La sucesión de acontecimientos es la siguiente. Las encuestas predicen que Merkel podría perder. LLega el terremoto, el tsunami y el accidente nuclear. No se pueden perder las elecciones así que califiquemos los hechos de apocalípticos. Parelicemos las leyes que prorrogan la continuidad de las centrales nucleares en Alemania. Seamos los más verdes del planeta, y si es necesario crear alarma innecesaria , la creamos. ¿Qué más da? Los votantes son gilipollas.
¿Acaso no llegarían a vender a sus propias madres con tal de ganar?
Reflexión final: me resulta imposible creer a un político cuando justifica su vocación de gobernante en el servicio público, y mucho menos cuando además lo hace apoyándose en su ideología. Sólo puedo pensar que detrás de gobernar hay mucho más que el hecho de hacerlo. ¿Qué talla moral se puede esperar de esta gente?
Es todo lo mismo. Cuando Ansar mintió en el 11-M para seguir gobernando es exactamente lo mismo que lo que ha hecho Merkel y su comisario. Tratarnos como gilipollas. Lo peor es que no aprenden. Cuando todo arda o sean pasados por la quilla ya no tendrán tiempo de arrepentirse.
Rg
3 comentarios:
Esos mismos políticos son los que instalan las centrales nucleares y, como ha ocurrido hoy en Japón al ser encontrado plutonio fuera del rector 3, nos dicen:
"Mantengan la calma, no pasa nada, el plutonio no es peligroso para la salud en humanos..."
Además, el gobierno de Merkel no mintió.
Lo de Fukushima es el apocalipsis.
Sí. Ahora se preguntan cómo ha llegado fuera, pues es poco volátil.
Rg
Publicar un comentario