martes, 18 de noviembre de 2008

Simbad y su cinturón mágico

Con esto de los dibujos animados he dado con unos que los tengo sellados con fuego en mi cerebro de cuando tendía 5 o 6 años. Lo acabo de ver y ha sido como una regresión. Cuando se tiraba del cinturón y lograba la superfuerza recuerdo que me quedaba totalmente flipado.

Leí alguna vez que la infancia es el único patrimonio de la persona. Va a ser verdad.




Carlos

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Diosss!!! Carlos, has hecho que este viejo tuno se emocione.
No se si te acordaras, por esa epoca había una serie, también de dibujos, que era un tio que juntando dos trozos de anillo y también cogía fuerza ( creo que se llamaba "Chazan")
Con Franco los dibujos eran mejores,je, je, je.
Dentro de nada nos coge la serie de "Cuéntame".

Anónimo dijo...

Así de pronto lo de Chazan no lo recuerdo. Si lo viera pudiera ser.

De esa época era también Meteoro y su Match 5. Te dejo este link:
http://www.youtube.com/watch?v=YRTNLtb_E8A

De estos dibus viene la peli de los Wachowski, Speed Racer, que como ya supondrás no he visto. Estoy convencido de que mucho de lo que tiene que ver con lo creativo nace de la impronta que deja lo que vimos en la infancia y la adolescencia. Desde los mismos hermanos Wachowski hasta Tarantino, pasando por el ínclito Almodovar, y supongo que muchos más.

Anónimo dijo...

Cuando he visto Simbad, en seguida me ha venido a la mente SHA-ZAM.

Si Deivit sí yo lo recuerdo.

Dos trozos de anillo y el genio aparecia...

SHA - ZAM

Anónimo dijo...

El nombre de chazán es Shazzan, así si lo encontraréis. Me encantaban a mí también!

Lecter dijo...

Siii, anónimo, ese es su nombre. Gracias por comentar.

Anónimo dijo...

Mis dibujos preferidos de la infancia. Increible.

Anónimo dijo...

Buscad en YouTube el vídeo:

fex1b7axXl0

Y tendréis a vuestro Shazzam.
Estos dos que comentáis y nuestro amigo Pan-Tau son, junto al Pato Saturnino, mis iconos de la infancia.

Un abrazo y gracias por poner estas cosas. Es indescriptible lo que sentimos los que ya frisamos el medio siglo, cuando nos encontramos estas perlas de nuestra más tierna edad.

--Paco